Lector

En algún momento de mi vida decidí que sería un lector. Me lo tome en serio. Un lector y nada más, que recopila historias, opiniones, escenas y ficciones. De tantas, se borran y se mezclan entre si componiendo un collage de palabras. Un lector, que escucha el pensamiento de otros, que da a su voz interna voces surgidas desde los rincones mas lejanos del mundo. No hace falta negarlo, ser lector me ha proporcionado enormes placeres. Pero no es una tarea que, por si misma, aporte un modo de vida. Para esto es necesario pasarse al otro lado, no diría que el más activo pues leer tiene su esfuerzo, al del escritor. En el que ahora me pongo por ejercicio y diversión.

El problema es que no tengo que decir, lo que voy escribiendo aquí, son una serie de ideas que suceden sin un objetivo global. Supongo que, al igual que los pintores, los escritores solo marcan algo que ya está contado, que ya está hecho en sus cerebros. La idea principal y todas sus hijas solo esperan que las pongan en linea, acaso lo que falta es cierto adorno de palabras hábilmente selectas. En cambio, lo que aquí escribo no está articulado.

Tal vez por falta de ejercicio mental, o por el constante uso de internet, mi atención tiene un rango muy pequeño. Esto afecta de por si mi lectura, pero mas aún lo que escribo.

Quizá a fuerza de ejercicio y con ayuda de está bitácora vaya elaborando mejor las ideas.